Andrés Parra – Una adventicia democracia

En los tratados de Histología y Anatomía se describe a las membranas adventicias como tejidos de soporte que mantienen la localización de órganos tan importantes como el intestino, el corazón o el cerebro. Desde luego, las funciones de estas tres vísceras claves se haya comprometida cuando se desarrollan procesos patológicos en sus respectivas adventicias, el peritoneo, el pericardio y las meninges.

De manera similar a nuestra organización biológica las comunidades humanas estructuran social y políticamente sus funciones a través de órganos que en las sociedades democráticas se recubren de membranas adventicias que soportan y mantienen la localización de las tres vísceras claves de la calidad humanitaria: el instinto materializado en las tripas, el sentimiento que brota del corazón y la razón que emana del cerebro.

La política ha de tener muy en cuenta estas tres vísceras dimanantes que, a la postre, son por las que se mueven los humanos y, sobre todo, los humanos ciudadanos. Cuando las cosas no van bien y se inician procesos patológicos en estos órganos son las membranas adventicias fuente muy estimable de información. Últimamente, y hace ya bastante últimamente, las cosas no van demasiado bien en nuestros órganos políticos primordiales dimanantes de lo que consideramos salud democrática. No es un misterio la casuística pero se aparece como terriblemente compleja contribuyendo a enturbiar nuestro juicio y diagnóstico de las profilaxis a seguir para curar el enfermo cuerpo social y político español.

Para leer el resto del artículo haga click aquí