Lo dijo Aristóteles, que es mucho decir. El hombre es un ‘zoon politikón’; literalmente, un ‘animal político’, entendido, no en el sentido con que algunos lo han aplicado, por ejemplo, a Martín Villa o a Felipe González, enfatizando su capacidad política en el caso de Felipe, o su habilidad para la supervivencia política, en el caso de Martín. No, sino en el sentido de que el hombre es un «animal social». Suele usarse la expresión para resaltar nuestra dependencia social, el hecho de que nadie puede sobrevivir sin la acogida de un grupo que, desde la cuna a la tumba, nos proporciona protección y ayuda. A mí me gusta la definición aristotélica (este esdrújulo es contundente) por algo que no se suele destacar: porque afirma que somos sociales, sí, pero también animales. Una usted como pueda eso de «animal» y «social» y eso somos, por más contradictorio que parezca.
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