Tabarnia es un fenómeno mediático de incalculables consecuencias. En solo tres días convirtió una ocurrencia en las redes en la mayor amenaza contra el nacionalismo.
Siendo pura ficción, seguidores y adversarios la tratan como real. Una broma muy seria. De ahí su poder.
Su éxito incontestable nace de haber asumido los dogmas más detestables del enemigo contra los que ha nacido, para una vez metabolizados como propios, reflejarlos en el espejo del nacionalismo. En él no pueden escapar de sus miserias.