Santiago Trancón – ¿Dos Españas?

Nos han contado tantas veces eso de las dos Españas que, como la leyenda negra, hemos acabado creyéndonoslo. Repetimos con Machado que al españolito que viene al mundo una de las dos Españas ha de helarle el corazón: la España ultramontana, carlista y fascista, por un lado, y la anticlerical, chequista y soviética, por otro. La Guerra Civil, con sus matanzas cainitas, le dio al mito de esta división irreconciliable fuerza de ley científica. Sus defensores aportan pruebas irrefutables que van desde los Reyes Católicos hasta hoy, pasando por todo el siglo XIX. Basta oír, por ejemplo, no sólo a Iglesias Turrión y a toda la tropa independentista, sino también a Pedro Sánchez, para comprobar hasta qué punto ese discurso renace con la misma y obsesiva insistencia.

¿Pero es así? ¿Existen esas dos Españas, la una caricatura de la otra? ¿Es éste un hecho diferencial, la prueba de una tara histórica que no hemos sido capaces su superar? Voy a decirlo con claridad: No. Ni existen ni han existido nunca esas dos Españas, ni hay esencia metafísica alguna que las justifique. Creer que existe algún rasgo psicobiológico que determina esa clasificación de los españoles en dos bandos enfrentados es tan absurdo e indemostrable como pensar que ha caído sobre nosotros una maldición bíblica o que ese destino infausto ya aparece escrito en los huesos de Atapuerca.

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