¿Nación de naciones? ¡No hagan trampas!

Últimamente ha entrado en el debate político un artefacto mental (mitad trol, mitad troyano) destinado a causar estragos en el frente constitucional. Solemnizó su difusión Pedro Sánchez quien, para justificar su taimado plan de gobierno, dijo que España es una «nación de naciones». Sorprende cómo sus detractores han acabado aceptando este «sí es sí» tan discutible.

Entre los intentos más esforzados de hacer pasar por natural este sintagma, está un artículo de Álex Grijelmo en el País titulado Nación de naciones (4-12-2016). Su argumento es que «un mismo vocablo puede designar el todo y a la vez una de sus partes». Un ejemplo confirmatorio es este: «el brazo está integrado por el antebrazo y el brazo»; o «el día está incluido en el día». El símil, para ser válido, debería ser que un brazo es «un brazo de brazos» o un día es «un día de días».

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