Nada es lo que parece cuando alguien arriesga una opinión sobre el nacionalismo sin conocer a fondo sus motivaciones y meandros. Pues una cosa es la fachada y otra muy distinta las vísceras. Dos ejemplos bastan: el juicio por el linchamiento de dos guardias civiles y sus compañeras en Alsasua y las declaraciones de Montoro sobre la financiación del 1 de Octubre.