Pasó el tiempo de engatusarnos con chantajes emocionales como En català, si us plau o la normalització lingüística. Hoy sabemos que todo fue una excusa para excluir el derecho a estudiar en la lengua española en las mal llamadas comunidades históricas. Comenzó en Cataluña en 1980 y se ha extendido por las demás comunidades con más de una lengua. Hoy es imposible estudiar en español en los colegios públicos y concertados de Cataluña, y se extiende la misma exclusión, inexorablemente, al resto de las comunidades bilingües. Aunque parezca mentira, hoy en España no todos sus ciudadanos pueden estudiar en la lengua oficial del Estado. Comparen la anomalía con Francia, Alemania o Reino unido. De hecho, no hay un solo lugar del mundo donde a un niño se le impida estudiar en su lengua materna si ésta es idioma oficial del Estado. Menos en «este país».