Cosmovisión

 

Somos un proyecto político español inscrito el 29 de junio de 2016 como partido político bajo el nombre de CENTRO IZQUIERDA DE ESPAÑA (dCIDE).

Nuestro primer objetivo es devolver a los ciudadanos el derecho a recibir una información política objetiva y veraz para que puedan tener criterios libres y bien fundamentados a la hora de otorgar su voto. Buena parte del actual rechazo a la política de muchos ciudadanos proviene de la desconfianza que provocan los políticos por su falta de escrúpulos a la hora de informar a los votantes. Por eso la política no debe practicar el engaño, la mentira, la manipulación de los sentimientos y las conciencias. Creemos en el pensamiento libre, en la fuerza de la verdad, la crítica, la transparencia, la honradez, la sinceridad, la colaboración, la búsqueda del interés y bien comunes. Son valores imprescindibles para acabar con la corrupción económica y moral en la política.

Ha sido una tragedia, que hasta los partidos nuevos surgidos para acabar con la vieja política, hayan provocado aún más desencanto al comportarse igual que los antiguos, negando en la práctica lo que decían venir a solucionar. Son tiempos difíciles para la confianza, pero es precisamente la necesidad de que confiemos de nuevo en la política lo que nos salvará de caer en el abatimiento y el fatalismo. Creemos, queremos y trabajaremos para devolver a la política valores como la honradez, el esfuerzo, la asunción de responsabilidades, el respeto por los ciudadanos, la austeridad, y una mayor eficacia.

Fruto de ese empeño por la transparencia es el nombre del partido: Centro Izquierda de España (dCIDE). Este nombre nos define sin tapujos, sin diluir lo que somos en generalidades vacías y siglas indeterminadas, tan corrientes hoy día como Podemos, En Marea, Compromís, En Comú Podem, Ahora Madrid… ¿Qué quieren decir? En realidad, parecen haber sido diseñadas para ocultar su ideología o para mostrarnos que no tienen ninguna, así poder adaptarse en función del interés de cada momento.

 

CENTRO IZQUIERDA DE ESPAÑA (dCIDE). ¿Qué significa?

 

CENTRO: significa que somos moderados, que no creemos en ningún tipo de radicalismo excluyente, sectario, que divida a la sociedad en bandos irreconciliables y enfrentados. El término centro tiene también el significado de encuentro, de lugar de reunión. Queremos reunir a todos los que consideren a la izquierda como su opción política preferente, pero que mantengan al mismo tiempo un fuerte sentido crítico, abierto, alejado de todo dogmatismo.

 

IZQUIERDA: igualdad, derechos sociales, libertad. Al definirnos dentro del campo de la izquierda nos situamos ideológicamente del lado de una noble tradición que ha defendido siempre la Ilustración: la emancipación humana, la libertad democrática, el ejercicio de la razón, la palabra frente al desprecio o la amenaza, la verdad como fundamento de la acción política, el respeto a la ley y la sensibilidad social.

Situarnos al lado de esta izquierda democrática significa que rechazamos al mismo tiempo esa otra tradición dogmática de izquierdas en la que ha predominado el odio, el rencor, la lucha irreconciliable de clases, el modelo comunista, el populismo, el totalitarismo estatal, la ausencia de libertad económica, de pensamiento, de expresión y de iniciativa personal. Rechazamos, por tanto, una izquierda leninista y populista que sólo cree en una democracia instrumental –la democracia como medio transitorio para alcanzar el poder– y que no renuncia al uso de la violencia como instrumento de coacción o imposición. O sea, rechazamos tanto a los comunismos clásicos, como a los populismos actuales (chavistas, peronistas, fascistas, podemitas, etc.)

Como partido de izquierdas, nuestra actuación ha de preocuparse especialmente de aquellos que carecen de recursos y medios para llevar una vida digna, contribuir a crear las condiciones para que todos puedan elegir un trabajo adecuadamente remunerado, una vivienda apropiada, una asistencia sanitaria asegurada, una educación en igualdad de condiciones al resto de ciudadanos o la posibilidad de acceder a las ayudas sociales. Empezando por blindar las pensiones de nuestros mayores. Ellos se han sacrificado durante toda su vida, adelantando al Estado parte de su salario, que tienen derecho a percibir cuando más lo necesitan y cuando su salud y su condición biológica requieren mayor atención.

Frente a las teorías de la derecha, colocamos el bien común y el interés general por encima de los particulares. No significa que combatamos el interés particular, sino que consideramos que, en caso de conflicto, siempre ha de prevalecer el bien común.

Como partido de izquierdas, nuestra acción política debe buscar suprimir la pobreza, la injusticia y garantizar la igualdad de oportunidades. Eso pasa por esforzarse también en que las condiciones sociales de las clases medias y trabajadoras no se vean amenazadas ni degradadas. Se ha atribuido de manera injusta a estas clases el ser causantes de la crisis y se ha cargado sobre ellas el coste de los ajustes, mientras se dilapidaba el dinero público para rescatar a los verdaderos culpables. Es necesario señalar la responsabilidad de una minoría que acumula poder, riqueza e influencias, y que tiene vínculos estrechos con las élites extractivas blindadas en paraísos fiscales.

Rechazamos la economía puramente especulativa que da la espalda a las condiciones de vida de las clases medias y trabajadoras. Pero no planteamos el debate político sobre el enfrentamiento irreconciliable, sino que defendemos una economía real y productiva que se comprometa con el bienestar y el interés común. En este sentido tiene especial importancia el poder regulador del Estado. Frente a esa minoría empresarial de gran poder económico y financiero y escasos escrúpulos sociales, el Estado debe estar de parte de los más débiles y evitar el éxito económico basado en el abaratamiento y precarización de la mano de obra.

 

DE ESPAÑA: el tercer concepto de Centro Izquierda de España indica la defensa de la soberanía española, de la nación como espacio del bien común, de ciudadanos libres e iguales. ¿Por qué? Porque en buena medida, la izquierda ha sido la causante, por inhibición, de la hegemonía moral del nacionalismo identitario. Un error, un complejo, una traición a la igualdad de los ciudadanos frente a los privilegios de los territorios.

En gran parte proviene de la confusión que la izquierda arrastra desde la dictadura, entre el régimen franquista y el Estado español. El nacionalismo de Franco estuvo tan obsesionado en identificar su régimen con España, que la izquierda hace lo imposible por distanciarse de España para defenderse del estigma franquista. Es como si la izquierda alemana actual confundiera el régimen nazi con Alemania.

No se entiende que partidos nacidos para defender la igualdad de los ciudadanos frente a las desigualdades sociales, se dediquen a apuntalarlas cuando tales desigualdades las defienden los territorios. Que lo haga la derecha, es parte de la lógica de su ideología; que lo defienda la izquierda es un atentado contra todos los principios que la inspiraron históricamente. La impostura no puede ser mayor: persiguen la igualdad económica entre los ciudadanos tomados uno a uno, pero sacralizan la desigualdad económica de los territorios; detestan a los ricos, pero si los ricos son los territorios, entonces pasan por alto su corrupción y reclaman para ellos la soberanía suficiente para poder seguir actuando sin controles ni molestias. Es decir, exigen privilegios, reclaman paraísos para las rentas más altas y se desentienden de los obreros, pensionistas y parados de las comunidades más pobres. Una izquierda nunca vista. Parece que desconocieran, por ejemplo, que miles de pensionistas de determinados territorios no podrían cobrar sus pensiones sin los excedentes de los más pudientes.

Esa falta de un proyecto nacional de la izquierda frente al nacionalismo disgregador ha provocado una agudización de las diferencias económicas, sociales, culturales y lingüísticas entre los españoles en función de dónde vivan. Todo ello camuflado por el lenguaje ambiguo y tóxico que la izquierda ha tomado de los nacionalistas, y que ha dejado indefensos intelectualmente a muchos demócratas. Al no denunciar el carácter antidemocrático de los nacionalismos, se ha ido permitiendo una deslegitimación del sujeto de la soberanía nacional: el pueblo español; o sea, el conjunto de los ciudadanos.

La derecha ha pactado y entregado de manera irresponsable un poder incontrolado a los nacionalistas. Ha sido incapaz de aplicar la ley y defender la Constitución en temas esenciales. Y la izquierda no ha sabido defender una idea democrática de la nación española. Ha permitido poner en duda su legalidad y su legitimidad.

Nosotros creemos que el secesionismo es incompatible con los valores de la izquierda, con la defensa de la igualdad y la preocupación por mejorar la vida de todos los trabajadores; valores que están por encima de supuestos «derechos históricos» pre democráticos y de los intereses de las burguesías territoriales codiciosas y a menudo corruptas, camufladas bajo una nueva clase transversal nacionalista de carácter retrógrado, étnico y actitudes pre fascistas. Lo que se conoce con el nombre de fascismo postmoderno.

dCIDE nace con el firme propósito de definir, defender y recuperar un Proyecto Nacional de Centro Izquierda, abandonado irresponsablemente por la izquierda.

dCIDE